A las 23’32 horas de hoy, 7 de abril, se detectaba un nuevo sismo, esta vez de magnitud 7’4 grados en la escala de Richter, a 40 kilómetros de la costa de Miyagi, una de las zonas más afectadas por el anterior tsunami del día 11 de marzo, que devastó Japón.
En Miyagi y Fukushima
Este nuevo maremoto tuvo su epicentro a 40 kilómetros de profundad en el mar, provocando olas de más de 1 metro en la costa noreste del país, que hizo que la Agencia Meteorológica de Japón emitiera una inmediata alerta de tsunami que se ha mantenido hasta las 0’55 hora local (15’55 GMT de hoy). Se recomendaba a la población que evacuaran la zona hacia lugares más altos. La alerta incluía las zonas de Miyagi (olas de 1m) y las de Aomori, Iwate,
Fukushima e Ibaraki, donde se produjeron olas de 50 cm.
La central nuclear de Fukushima, origen de la mayor preocupación de técnicos y autoridades desde el tsunami, y que se encuentra en la zona de acción de este nuevo sismo, no ha sufrido más daños, según informaban también los responsables de Tohoku Electric Power Company (TEPCO), a la agencia de noticias Kyodo. Esta agencia hacía saber también que, un comunicado de la policía local, declaraba cerradas todas las carreteras de acceso a la
provincia de Fukushima, como medida de precaución.
Falsa alarma y consecuencias
Otra de las centrales nucleares en peligro, Onagawa, en Miyagi, mantiene desde marzo apagados 2 de sus 3 reactores. Tras el sismo de hoy, la televisión pública nipona informaba que, según la Agencia de Seguridad Nuclear del país, dos de los tres generadores eléctricos de la central nuclear, que se utilizaban para enfriar las barras de combustible desde el sismo del 11 de marzo, han quedado sin suministro a causa de este nuevo temblor. Se mantiene activo el único generador que funciona, y se asegura que no se han registrado cambios en los niveles de radiación registrados alrededor de la central en las últimas horas mientras sigue
evaluándose la situación actual de la planta.
En el transcurso del día, se mantuvo en observación el territorio afectado por el reciente sismo, pero solo se detectó un ligero cambio en las mareas de la población de Ishinomaki, cerca de Miyagi, según informaban expertos de la Agencia Meteorológica, no habiendo más crecidas de agua constatables. Por lo que, finalmente, se declaraba innecesaria la alerta de tsunami emitida.
En un principio, se temieron olas de 2 metros en la costa de la provincia de Miyagi. Por ello, todavía se recomienda a los habitantes no acercarse al litoral.
Pese a la falsa alarma, el instituto meteorológico japonés constataba los 6 grados sobre 7 de la escala nipona, que se basa más en el alcance del terremoto que en su intensidad, siendo esta réplica la más fuerte detectada desde el primer tsunami sufrido en marzo
.
Reacción internacional
La prensa internacional recogía la incidencia del suceso, mientras poco a poco se avanza en la normalización de los contactos con Japón. Wall Street recogía hoy una nueva pérdida del dólar frente al yen tras la noticia y la alerta de tsunami
.
Otras informaciones se hacían eco de la recuperación progresiva de la normalidad en el país nipón, como la puesta en marcha de nuevo de los vuelos directos a Tokio de Air-France, mañana viernes, 8 de abril, desde que fueran cancelados el pasado 11 de marzo. Hasta hoy, los aviones de la compañía francesa hacían escala intermedia en Seúl-Incheon, para efectuar un cambio de la tripulación que garantizase la no interrupción de los vuelos con Japón.
Air-France mantiene dos vuelos diarios hacia Tokio-Narita y uno hacia Osaka-Kansai.
Las ayudas a Japón no cesan desde todo el mundo, y cada día nacen nuevas iniciativas para colaborar con el desastre sufrido por ese país.
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